domingo, 10 de mayo de 2009

HOMO FLORESIENSIS: ¿HOMBRE O NUEVA ESPECIE?




Hace más de 5 años un equipo de paleoantropólogos indonesios hallaron en la isla de Flores unos restos fósiles de un espécimen muy diferente de los que hasta la fecha habían sido encontrados. Se trataba de un diminuto homínido, parecido a los hobbits de Tolkien, cuyos rasgos más significativos son: una estatura muy pequeña (aproximadamente de 1 metro), cabeza desproporcionadamente pequeña en relación al resto del cuerpo (con una capacidad craneal de apenas 415 cm3, similar al homo hábilis) y unos pies excesivamente grandes. Desde el principio y quizás guiados por un impulso egocéntrico de gloria y reconocimiento de la comunidad científica, estos paleoantropólogos dieron la bienvenida a una nueva especie de homínido que bautizaron con el nombre de homo floresiensis (hombre de flores). Sin embargo desde el primer momento uno de los antropólogos indonesio más reconocido mundialmente apellidado Jacob, se opuso con fuerza a la tesis de considerar el hallazgo como una "nueva especie"distinta a la humana. Según Jacob, los ejemplares fósiles eran humanos como nosotros afectados de una enfermedad grave de cretinismo, esto es, de una deficiencia congénita de la glándula tiroidea producida por la carencia de yodo. Jacob arremetió con fuerza contra los partidarios que defendían una nueva especie acusándolos incluso de terrorismo científico.

Aunque Jacob obtuvo muchas adhesiones y gran parte de la comunidad científica era escéptica para dar la bienvenida a un nuevo taxón, nuevas evidencias tras un estudio anatómico de los fósiles hallados vienen a dejar muy en duda la hipótesis de Jacob de que nos encontramos ante unos seres humanos enfermos. Estas evidencias se refieren al pié: Su morfología es propia de un bípedo pero sugiere que no eran buenos corredores. Este punto es de esencial importancia ya que el pié del hombre de flores es incompatible con el homo sapiens, y vendría a reforzar definitivamente la tesis de que nos hallamos ante una nueva especie.

Esto supondría un cambio radical en el árbol evolutivo de los humanos. Hasta ahora el pariente más próximo al hombre ha sido el hombre de neanthertal, que evolucionó paralelamente e incluso coexistió con nosotros hasta su completa extinción hace unos 30.000 años. Sin embargo el hombre de flores desapareció hace tan sólo entre 12 mil y 15 mil años, por lo que sería nuestro pariente más cercano. Pero de ser cierto que nos encontramos ante una nueva especie ¿dónde encajarla dentro del árbol evolutivo ?.

Varias son las hipótesis planteadas al respecto :

1.- La de Lieberman que defiende que el homo floresiensis desciende del homo erectus, del que se piensa que fue el primer homínido que emigró del continente africano hacia Asia hace aproximadamente unos 1,8 millones de años (hasta ahora es casi unánime el consenso al considerar al homo erectus como una especie totalmente asiática).

2.- La de considerar que el homo floresiensis desciende del erectus asiático del que se separó por el mecanismo de especiación alopátrica (esto es, por aislamiento geográfico) y por "retroevolución", ya que el pié del hombre de flores es más primitivo que el del erectus.
3.- La que afirma que el homo floresiensis derivó de especies africanas más primitivas que el erectus, como el homo hábilis (hace 2,3 millones de años)o incluso de los australopithecus.

El principal inconveniente de la primera y segunda hipótesis, como hemos apuntado es que el pié del hombre de flores es mucho más primitivo que el del homo erectus del que dicen descender. Por otro lado ¿es posible la retroevolución o involución en las especies ?.

Es dudosamente científico hablar de reversiones evolutivas, ya que hay que entender la evolución como un proceso gradual y progresivo de cambios acumulados en los organismos durante millones de años que no permite la marcha atrás.
Luis Dollo estableció el principio de irreversibilidad en el mecanismo evolutivo. Según él, la retroevolución no existe. No se puede hablar de involución en biología.Lo máximo que se podría argüir es que la variabilidad genética se mantenga estable en ausencia de presión selectiva, es decir, que no haya divergencia genética (que es el principal mecanismo para la especiación) y que este estancamiento conduzca inevitablemente a la extinción.
La evolución es divergencia. Si un organismo evoluciona para adaptarse a un nuevo ambiente y posteriormente dicho organismo regresara a su hábitat originario, se volverá a adaptar o se readaptará nuevamente al mismo mediante el mecanismo normal de la evolución. Aunque dicho organismo volviera a parecerse al que originariamente fue, se trata de "un nuevo organismo que ha evolucionado por convergencia evolutiva". La convergencia evolutiva se da entre muchas especies por ejemplo entre delfines y tiburones.

Muchas veces los antropólogos en su afán de notoriedad, se tapan los ojos ante la rigurosidad del método científico y para validar una hipótesis falsean la realidad. Si los hechos empíricos no se ajustan a sus hipótesis, en vez de cambiar la hipótesis cambian los hechos observados. Y en el caso que nos ocupa, los hechos empíricos nos dice que las características morfológicas del pié del homo floresiensis son más primitivas que los del homo erectus y están más próximas a los del homo hábilis., pero como no se han encontrado restos fóslies de homo hábilis o australopithecus en Asia, lo más fácil que se les ocurre a dichos investigadores para no abandonar su hipótesis de que el homo floresiensis desciende del erectus, es acudir a la más que dudosa y poco rigurosa teoría de la retroevolución o involución.

Los datos apuntan a que nos encontramos más cerca de la tercera hipótesis:la de que el hombre de Flores derivó de especies más antiguas que el erectus, esto es , que es un descendiente de sus ancestros africanos como el hábilis. Si bien como hemos apuntado el punto débil de esta hipótesis es que no está avalada por el registro fósil.


Lo que parece cada vez más lejano es la idea de que estamos ante un hombre (un sapiens) como nosotros y que nos encontramos ante una nueva especie que el tiempo ,y a la espera de análisis genéticos más concluyentes, tendrá que colocar en el árbol evolutivo de los humanos.