jueves, 26 de julio de 2007

DAÑO VS. OFENSA: UNA REFLEXIÓN


Está aún caliente la polémica sobre la portada de la revista el jueves donde aparecen los príncipes Felipe y Letizia practicando sexo como cualquier otra pareja. Desde un primer momento consideré la portada como grosera, de mal gusto, pero desde luego no la considero injuriosa y menos aún calumniosa y por su puesto no constitutiva de delito alguno.


La injuria se produce cuando se trata de dañar o menoscavar la dignidad de una persona, y la calumnia es la imputación dolosa de una delito a una persona que no lo ha cometido. Estas figuras no encajan en el caso de las viñetas del jueves. No creo que se trata de dañar la dignidad de los príncipes. Otra cosa es que se considere esta portada como "ofensiva", pero hay que distinguir la ofensa del daño.


Louis Marinoff en su estupendo libro "Más Platón y menos prozac ", hace una reflexión muy interesante sobre como podríamos evitar mucho sufrimiento y muchas neuras si leyéramos más a los filósofos griegos como Platón en vez de atiborrarnos de ansiolíticos como el prozac.



Así Marinoff distingue claramente entre "la ofensa" y el "daño". La ofensa es algo que se puede "eludir" o evitar. Por ejemplo si yo digo: "tú eres un gilipollas", tú puedes eludir esta supuesta ofensa, ignorando esta expresión y respondiendo por ejemplo: "a palabras necias oídos sordos".



El daño sin embargo "no se puede eludir o evitar", una vez producido no se puede reparar. Por ejemplo, si voy en el autobús y tú me pisas el píe, aunque sea de forma no intencionada, yo no puedo evitar lanzar un grito de dolor.



Daño es por ejemplo lo que produce un atentado terrorista, cuando te matan a un ser querido o lo dejan impedido . Es algo que no se pude por mucho que se quiera "reparar" (la pérdida de un ser querido es irreparable). La ofensa es por ejemplo que aparezca una pintada en una calle del país vasco llamándote fascista., esta se puede "eliminar" o reparar fácilmente.



Volviendo a la portada de la revista el jueves, es claro que constituiría una ofensa si los afectados (en este caso los príncipes), se dieran por aludidos y considerasen que es denigrante para ellos salir de tal forma caricaturesca en una revista. Pero que yo sepa, ellos no han dicho absolutamente nada sobre el asunto en cuestión. Por tanto hay que entender que ellos han rechazado esa supuesta ofensa, lo cual me parece una postura muy inteligente. Como dice el refranero español: "No hay mayor aprecio que un desprecio".





No hay comentarios: