lunes, 23 de abril de 2007

Elogio del Caos

(foto: atractor de Lorenz)
"Antes del mar y de las tierras y, el que lo cubre todo, el cielo,
uno solo era de la naturaleza el rostro en todo el orbe,
al que dijeron Caos, ruda y desordenada mole
y no otra cosa sino peso inerte, y, acumuladas en él."




(Ovidio, " Las Metamorfosis," Libro I, 5) .



Los hombres tenemos miedo y aversión al caos. Entendemos por caos: desorden, vacío, colapso.En definitiva nuestra percepción y significación del caos es el de la ausencia de todo orden. Pero el caos no es la ausencia de orden, es más, es la consecuencia extrema del orden.



Imaginemos por ejemplo que todos nosotros, cumpliésemos las normas de tráfico(que es una regla, una norma) estrictamente y que en una autovía todos circulásemos a la velocidad permitida de 120 Km/hora. El resultado sería que ninguno de nuestros vehículos podría avanzar y se produciría un colapso en el tráfico. O por ejemplo que todos decidiésemos llamar por teléfono para felicitar a nuestros amigos el día de Año Viejo a la misma hora. La consecuencia sería que las líneas telefónicas se colapsarían.



Vemos pues que el cumplimiento estricto del orden deriva en una situación de colapso o caos.



El caos hay que entenderlo como una estructura desestructurante.Como un sistema de elementos en el que hay múltiples trayectorias, sucesos, eventos y dinámicas que pueden atraerse entre sí ( como los planetas atraen en sus órbitas los satélites), o bien pueden repelerse. El proceso resultante final será impredecible, y altamente inestable.



Los seres humanos formamos un sistema complejo y como tal, somos impredecibles e inestables por naturaleza (al igual que cualquier otro sistema complejo, por ejemplo el sistema climático). Esta inestabilidad e impredictibilidad se conoce con el nombre de "efecto mariposa ". Al igual que el aleteo de una simple mariposa en la selva brasileña puede desencadenar una cadena de alteraciones en el ecosistema mundial cuyas consecuencias pueden ser catastróficas, nuestros actos pueden tener consecuencias que van más allá de nuestra previsión.



Pero es esta naturaleza caótica propia de todos nosotros (como seres complejos) lo que nos ha dado el impulso creativo para desarrollar nuestro pensamiento, para producir obras de arte o cohetes que van a la luna (gracias a Dios, a la naturaleza o a la fuerza que nos creó, no somos una ostra ni una ameba, que son organismos infinitamente más simples).



Todo este impulso creativo del hombre viene del caos. El hombre al crear, transforma y reinterpreta todos los elementos que tiene o inventa y produce algo nuevo.



Imaginemos por ejemplo a un pintor como Dalí, capaz de producir unos relojes que se derriten (los relojes blandos) o una cómoda con múltiples cajones abiertos, conteniendo cada uno de ellos un objeto real o ficticio. Estas creaciones son producto de la combinación de objetos, de sucesos reales y soñados, de vivencias, de fobias etc.. que el artista (Dalí) es capaz de combinar, transformar y reinterpretar (darle una nueva significación). En definitiva de "CREAR" algo nuevo.