viernes, 27 de julio de 2007

jueves, 26 de julio de 2007

DAÑO VS. OFENSA: UNA REFLEXIÓN


Está aún caliente la polémica sobre la portada de la revista el jueves donde aparecen los príncipes Felipe y Letizia practicando sexo como cualquier otra pareja. Desde un primer momento consideré la portada como grosera, de mal gusto, pero desde luego no la considero injuriosa y menos aún calumniosa y por su puesto no constitutiva de delito alguno.


La injuria se produce cuando se trata de dañar o menoscavar la dignidad de una persona, y la calumnia es la imputación dolosa de una delito a una persona que no lo ha cometido. Estas figuras no encajan en el caso de las viñetas del jueves. No creo que se trata de dañar la dignidad de los príncipes. Otra cosa es que se considere esta portada como "ofensiva", pero hay que distinguir la ofensa del daño.


Louis Marinoff en su estupendo libro "Más Platón y menos prozac ", hace una reflexión muy interesante sobre como podríamos evitar mucho sufrimiento y muchas neuras si leyéramos más a los filósofos griegos como Platón en vez de atiborrarnos de ansiolíticos como el prozac.



Así Marinoff distingue claramente entre "la ofensa" y el "daño". La ofensa es algo que se puede "eludir" o evitar. Por ejemplo si yo digo: "tú eres un gilipollas", tú puedes eludir esta supuesta ofensa, ignorando esta expresión y respondiendo por ejemplo: "a palabras necias oídos sordos".



El daño sin embargo "no se puede eludir o evitar", una vez producido no se puede reparar. Por ejemplo, si voy en el autobús y tú me pisas el píe, aunque sea de forma no intencionada, yo no puedo evitar lanzar un grito de dolor.



Daño es por ejemplo lo que produce un atentado terrorista, cuando te matan a un ser querido o lo dejan impedido . Es algo que no se pude por mucho que se quiera "reparar" (la pérdida de un ser querido es irreparable). La ofensa es por ejemplo que aparezca una pintada en una calle del país vasco llamándote fascista., esta se puede "eliminar" o reparar fácilmente.



Volviendo a la portada de la revista el jueves, es claro que constituiría una ofensa si los afectados (en este caso los príncipes), se dieran por aludidos y considerasen que es denigrante para ellos salir de tal forma caricaturesca en una revista. Pero que yo sepa, ellos no han dicho absolutamente nada sobre el asunto en cuestión. Por tanto hay que entender que ellos han rechazado esa supuesta ofensa, lo cual me parece una postura muy inteligente. Como dice el refranero español: "No hay mayor aprecio que un desprecio".





lunes, 23 de julio de 2007

INGLATERRA NO FUE UNA ISLA




Después de la II Guerra Mundial, los cortes eléctricos eran frecuentes en toda Europa. Una noche Londres sufrió uno de los apagones más grande de su historia. Al día siguiente el diario británico The Times publicaba el siguiente titular: "Ayer el continente quedó aislado de Inglaterra por un fuerte apagón". Era el continente (Europa) el que según los ingleses quedó aislado de Inglaterra y no Inglaterra aislada de Europa. Este titular por sí mismo muestra el carácter británico. Ellos son algo distinto de Europa, a la que consideran como unos simples vecinos con los que conviene hacer negocio.



Este aislamiento cultural y sociológico de Europa comenzó hace unos 450.000 años, durante el pleistoceno dentro del cuaternario. Por aquella época la Tierra tenía prácticamente su configuración actual, y el clima estaba determinado por glaciaciones seguidas de períodos interglaciales de unos 40.000 años. Inglaterra estaba unida en su parte septentrional al Noroeste de Francia por una barrera montañosa llamada Weald-Artois. Esta colina actuaba como barrera de contención de un lago (hoy día inexistente) donde confluían las desembocaduras del Rhin y del Támesis. Fue la crecida de agua de este lago la que produjo una megainundación, horadando esta barrera montañosa dando lugar a la rotura de la misma y a la aparición del estrecho de Dover (canal de la Mancha).



Este cataclismo geográfico ha tenido sus consecuencias socio-culturales: en primer lugar se produjo una barrera natural geográfica que retrasó las corrientes migratorias de los seres humanos al menos en 120.000 años. En segundo lugar las corrientes culturales, el intercambio

y flujos de ideas que circulaban por Europa, llegaron más tardíamente a Inglaterra (no hay que olvidar que la romanización y su fuente civilizadora en arquitectura, ingeniería, filosofía y derecho apenas tuvo influencia en Inglaterra por el mencionado aislamiento geográfico).

En último término este aislamiento ha tenido un impacto en la configuración del carácter nacional de los británicos, más autónomo e independiente, más etnocéntrico e individualista que el de otras naciones europeas.

Por eso no hay que extrañar que actualmente Gran Bretaña sea tan reticente a la unión política con Europa, a la firma de una carta de derechos europeos con carácter vinculante, o a la renuncia de la libra esterlina y la adopción del Euro. Son 450.000 años de aislamiento que no se pueden resolver en 30 o 40 años de unión europea. Necesitan más tiempo para que ellos asimilen que siempre han sido Europa.